jueves, 13 de noviembre de 2014

Canción solitaria VI



Lisa

Bien, ya es hora de levantarse, hoy si tengo que aclarar todo con ella, ponerme en orden, saber si de verdad quiero esperar o luchar por Fiona, necesito verla para saber, sentir que es lo que quiero. No es posible que en 10 días haya puesto mi mundo de cabeza.

Llamo a Sara, su teléfono está apagado, no ha llegado aun, me pregunto como la estará pasando, es extraño que en días de clases ella esté ausente todavía. Bueno, al final de la tarde llamo a Gerard a ver si tengo más suerte localizándolos.

Mis ánimos no estaban del todo bien, incluso mamá me pregunta porque tengo esa cara, hablo con ella un rato, poniéndonos al día, hablamos de Sara y de su extraña ausencia, mamá dice que ella ya está grande para asumir sus responsabilidades. Inmediatamente volví a pensar en Fiona, y en que sería de ella cuando llegue su momento de vivir su vida sola. También me pregunté si yo sería parte de su vida para ese entonces. Sonreí. La sola idea de vivir con ella solas me estremeció, si con solo un beso logré espantarla, no me imagino cuando quiera intimidar con ella.

Llegué a la universidad, buscando si el carro de su mamá o alguna bicicleta estaban ya estacionados en su lugar habitual. Vacio. Volví a sentir tristeza, me mordí el labio inferior como síntoma de ansiedad. Es lo que suelo hacer cuando no tengo a la mano helado de limón. Miro de lejos la universidad. Los bloques que la constituyen. Su color. Su forma. Recuerdo la primera vez que vi a Fiona observándola tan detalladamente, y volvi a preguntarme que estaba pensando ella en ese entonces. Era muy temprano todavía, no me atrevía a llamarla a su teléfono, necesitaba una conversación en persona.

Camino al aula me encuentro con el director quien me pregunta sobre el Club y como he estado haciendo con los papeles, le dije que todo marcha a la perfección, que solo necesitaba una fecha para tenerlo todo listo. Hablaba con él cuando se acerca una chica, no sabría decir su edad, la verdad era muy bajita, de un metro 50 como máximo, con rostro juvenil poco agraciado, me llama la atención sus ojos, uno de color azul fuerte casi llegando a violeta, y otro de un color avellana intenso, cada uno era hermoso a su manera, piel tostada, melena rubia, su cabellera si era hermosa. Me detuve en silencio para verla mientras hablaba con el director, a quien ella le decía tío. Según entendí, estaba pidiendo una dirección para dirigirse a su primera clase, no le preste atención, viéndola bien, no es tan fea como lo pensé al principio. Ella me miro por un momento mientras hablaban, seguro la incomode con mis miradas acosadoras, detallándola. Me disculpe y me retiré. Ya tenía que estar en mi aula.

Fiona

Me levanto con dolor de cabeza, la música del dia anterior me habia molestado lo suficiente. Aparte de que me quede hasta tarde leyendo Nietzsche, desconozco cuanto dormí realmente. Tomo mis pastillas habituales y un desayuno ligero, no había nadie en casa. Quizás madre esté todavía ocupada. Tenía ganas de caminar un rato a ver si se me quitaba el dolor de cabeza. Dejo el carro en casa y tomo un taxi que me deja a 3 cuadras de la universidad. Aun era muy temprano, por lo que camine a paso lento, y pude observar algunos detalles que fueron ajenos a mí todo el tiempo, nuevamente pensaba en mi Sansa, no la habia visto desde aquella noche donde todo en mi estuvo fuera de control.

Llego a mi Bosquespeso luego de la corta, lenta y agradable caminata, pero aun era muy temprano, me dirijo al aula de una vez, no tenía nada que hacer, tan solo esperar a la clase o a que llegue Lisa para verla, saco mis libros y sigo leyendo un rato a medida que se va llenando de gente. Nunca levanto la vista de mis libros. Logro desconectarme por completo del exterior, era lo que más me gustaba.

Lisa y Fiona

(Lisa) Llego al aula, por suerte el profesor no habia llegado, la primera materia era filosofía, primera vez que vemos esa materia, no sabia que o quien esperar, pero solo sabía que serian dos horas aburridas, a menos que ya vea a Fiona, la chica callada que con solo mirarla podría no aburrirme nunca.

(Lisa) Ahí está. Siento cosquillas en el estomago. Luce hermosa, con su piel pálida y sus ojos grises. Me siento a su lado. Como siempre, ella no se da cuenta, nunca mira a su alrededor cuando está concentrada. Me quedo un rato mirándola, pensando en lo hermoso que ha sido estos días desde que la conozco. Quiero saberlo todo de ella. ¿Por qué es asi? ¿Qué piensa ella? Desearía tener todo el tiempo del mundo a su lado para ir descubriéndola. Desearía detener el tiempo tal como está, con ella a mi lado. Así sea que no sepa de mi presencia.

(Fiona) Leo. Leo. Leo. Hasta que siento una mirada fija en mí, sin voltear ya sé quién es. Espero no equivocarme. Pero no quiero voltear, ahora que la tengo a mi lado ya no sé qué decirle. Luego de un rato volteo a verla, ya era suficiente…

- Lisa: Hola Fiona – Le doy mi mejor sonrisa, quiero besar su cachete, me inclino hacia ella… Se retira- ¿He hecho algo que te molesta? – Nuevamente me rechaza-

(Lisa) Se aparta. Tampoco quiere que la bese en el cachete. Es verdad. Algo malo he hecho. Quiero salir llorando. Pero me contengo. Ella tendrá sus razones y tarde o temprano me las tiene que explicar.

(Fiona) Otro beso de ella y podría desvanecerme. Tenemos que hablar antes de cualquier acción, cualquier pensamiento. Esto se sale de mis manos. Quiero gritar, reir, correr, necesito contenerme. Necesito... Abren la puerta, se hace el silencio. Llega la nueva profesora. Qué curioso, la había visto antes. El día anterior para ser más exacta.

(Lisa) Asi que la sobrina del director es nuestra maestra de filosofía. Qué bien, mas aburrida no podrían ser estas horas.

- Prof.: Tomen asiento. Mi nombre es Victoria Teresa Lencastre, como ven, soy su profesora de filosofía.

(Fiona) Una mujer con problemas de alcohol y tabaco, con eticidad negativa, es mi profesora de filosofía, ¿Quién lo iba a imaginar? –Sonrío para mis adentros, me parece hasta divertido el asunto-

(Lisa) Ha empezado a hablar y ya no la soporto. Miro un rato a Fiona quien la escucha atentamente. Sus ojitos grises se ven oscuros. ¿Estará prestando atención a sus palabras o le estará mirando los ojos dispares? Jajaja mejor no pregunto… Uhmm debí desayunar mejor. Escuchar a esta mujer ya me ha dado hambre. ¿Habrá llegado Sara? Le mandare un mensaje en ingles “Where is the best big sister ever?” Hablando de ingles. Olvidaba que hoy tengo ensayo en la academia. Me voy a volver loca. Miro hacia la tal Victoria, me desagrada. Esta viendo a Fiona mientras esta la escucha sin pestañear. Odio que la mire, pareciera que tienen cierta complicidad. Mejor abro mis libros y trato de prestar atención a lo que dice sin necesidad de verla.

- Prof. Victoria: ¿Qué me dice usted… señorita… Me dice su nombre por favor…?

- Lisa: …

- Prof. Victoria: La pelirroja de camiseta blanca, le estoy hablando.

- Lisa: -Genial, me habla a mi- Lisa Priest, profesora.

- Prof. Victoria: Muy bien. Ya vimos que no me prestaba atención. Hablamos del pensamiento medieval occidental y su dependencia a la teología. Página 23. Capitulo 1. Puede estar más atenta o retirarse si lo desea.

(Lisa) ¿Qué? ¿No lleva 20 minutos hablando y ya me esta pidiendo que me retire? ¿Que se ha creído? Piensa que puede venir altaneramente solo por ser pariente del director. ¡Es que la detesto!

(Fiona) Vaya. Le pide a Lisa que se retire. Esta siendo algo ruda. No debería tratar a mi Sansa de esa manera. Le agarro la mano bajo la mesa. Le digo al oído “Todo va a estar bien”. Nos miramos por unos segundos. Su rostro cambia completamente.

(Lisa) Es un amor. A su manera, claro. Primera vez que me toca o me dice algo sin que yo se lo pida o lo haga primero. ¿Qué la profesora qué? Ya lo olvidé.

(Fiona) Termina la clase y Lisa me pide ir a una cafetería cerca de la universidad, para estar atentas a la próxima clase. Vamos en su carro. Nuevamente se desvia del camino a la cafetería. No pregunto.

(Lisa) Vamos a un lugar mas apartado. Necesito estar a solas con ella. Tenemos que hablar y no voy a permitir que nada nos interrumpa.

- Lisa: Bien. – Caminamos hacia un banquito en el parque, solo se lograban ver 2 parejas a lo lejos y 3 pares de ancianos jugando domino, era perfecto- ¿Me puedes decir ahora que pasa, Fiona?

- Fiona: ¿Qué pasa de que?

- Lisa: ¿Por qué te distanciaste? Necesito que seas clara. ¿Por qué te fuiste aquella noche del apartamento? ¿Qué sientes Fiona?

- Fiona: -Miro un rato hacia la laguna que estaba detrás de ella, unos patos jugueteando con el agua- Hay cosas que simplemente no se, no se responder. Me fui porque sentí que era lo correcto.

- Lisa: ¿Qué es lo correcto?

- Fiona: Nunca había tenido ese tipo de contacto con nadie. Me tomaste por sorpresa. Me Sali de mi control. Lo correcto es estar dentro de control. De mi control.

- Lisa: ¿Por qué te fijas esos controles?

- Fiona: Es lo mejor. Asi debe ser.

- Lisa: -Le agarro las dos manos- ¿No estás molesta conmigo? ¿Me dejaras seguir dándote besitos en el cachete? –Puse mi cara más tierna-

- Fiona: No podría estar molesta contigo. No dejes de hacerlo. –Puse mi cachete a su disponibilidad-

(Lisa) Ese momento fue todo lo que quería. Ciertamente no tenia mucho tiempo conociéndola, pero lo poco que se de ella me encanta, me tiene embobada. Si solo mirarla era un deleite. Tener sus cachetitos –Por ahora- es lo mejor. Le di 3, 4 o 10 besos no lo se. Cada vez eran mas cercanos a su boca, que moria por besarla. Pero si quiero conservarla debo respetarla. Darle el tiempo que necesita.

- Lisa: Abrazame –Me da un abrazo torpe- ¡Que mas fuerte! Te iré acostumbrando señorita. Hueles divino. ¿Qué perfume usas?

- Fiona: Jungle de Kenzo.

- Lisa: Uy pero que atrevida – Dije en tono sarcástico que parece ella no entendió-

- Fiona: Me lo regalo mamá.

(Lisa) Sonrei. Debo conocer a esa señora. Quiere destapar a su hija. Mostrarle el mundo. Debemos unir fuerzas para lograrlo. Jajajaja

(Fiona) Estuvimos abrazadas un rato mirando hacia la laguna. Hablando cualquier banalidad por un rato. Me sentía comoda con ella nuevamente.

- Lisa: Oye que pesada la profesora de filosofía. ¿Sabías que es la sobrina del director? Quizas por eso piensa que tiene mucha autoridad.

- Fiona: No lo sabia. Casualmente la conocí anoche. No sabía que era nuestra maestra.

- Lisa: -Suelto el abrazo y la miro fijamente- ¿Cómo? ¿Dónde estabas anoche? –Con razón la miraba fijamente, se conocían, sentí algo parecido a celos, pero no le presté importancia-

- Fiona: Acompañando a madre en su trabajo.

- Lisa: ¿Qué trabaja tu mama Fiona? Hablame un poco ella.

(Fiona) Hablar de madre. La única mujer que ha estado en mi vida. Junto a Lena. Hasta ahora.

- Fiona: ¿Qué te puedo decir?

- Lisa: Quiero conocerla. –Hundo mi nariz en su cuello, respiro fuerte para erizarle la piel- Llevame a conocer a tu mamá, si? – Le agarro la punta baja de su oreja con mis dientes, aprieto suavemente-

- Fiona: Cuando se dé la ocasión te la presento. –Aparto mi oreja de su boca-

(Lisa) Rio suavemente. Ya me gusta verla como se aparta cuando estoy muy pegada a ella jajajaja.

- Fiona: Ya es casi hora de regresar a la próxima clase. Tengo hambre.

- Lisa: ¿Y si nos saltamos la primera hora y comemos en un buen lugar?

- Fiona: Eso no pasará –Le acaricio las manos levemente, casi ni lo siente, o eso creo yo-

- Lisa: Ven, comamos algo rápido entonces.

(Lisa) El resto del camino fue mas animado, hablamos mas y mas, cada vez que ella era un poco mas suelta y eso me encantaba. El dia transcurrió super bien. No vi a Sara en ningún momento. Tampoco pensé tanto en ella. Tenia a Fiona a mi lado y aunque no hablaramos la estaba viendo.

- Diana: Lisa, hablé con Cindy hable con Julian y me invito a una inauguración. Dijo que ya tu sabias. ¿Pensabas ir sin mi? – Con tono de falsa moelstia-

- Lisa: Claro que nooo jajaja – Nuevamente habia olvidado la fiesta, creo que ni me importa mucho- Te lo pensaba decir el mismo dia, como plan sorpresa jajajaja

- Diana: Mas te vale. Voy con las chicas a comprar ropa. ¿Nos acompañas?

- Lisa: Tengo que ir al AFRANB (Academia francesa de baile). Pense que irias también.

- Diana: No, el dia que no fuiste hablaron de un nuevo musical que están armando y en su mayoría es cantado en francés. Sabes lo mala que soy en esas cosas. El lunes son las audiciones

- Lisa: ¿Sabes cual es la obra?

- Diana: No me interesó mucho. Dicen que es un musical de Mozart. Estilo contemporáneo. Mori del aburrimiento.

(Lisa) ¿Un musical contemporáneo de Mozart? Que loco suena. Se lo contaré a Fiona a ver si le suena algo, ella sabe de esas cosas. Bueno, ella sabe de todo. Dentro de lo que cabe.

- Lisa: Sabes que estoy en una academia de Danza y teatro ¿Verdad?

- Fiona: Me estoy enterando.

- Lisa: Bueno, la cuestión es que me acaban de informar de unas audiciones para el lunes. Es un musical en francés.

- Fiona: Je parle le français.

- Lisa: ¿Hablas francés? ¿Hay algo que no hagas? Jajajaja que emociooooon – la abrazo fuerte, casi la levanto del piso-

- Fiona: Viví con madre y su amiga en Lyon por 14 meses, luego de graduarme del instituto, tenían asuntos que atender con respecto a una empresa de mi difunto abuelo. Alla aprendí el idioma y conoci bellos lugares. Est une belle ville.

- Lisa: Aaaay quiero conocer a tu mamá. –Le agarro la cara y le planto un beso fugaz en los labios.

(Lisa) Ella se queda quieta. Creo que no debi hacerlo. Me mira por unos instantes.

- Fiona: Me voy a casa.

- Lisa: ¿Te incomode?

- Fiona: No, para nada. –Doy mi mejor sonrisa, sabia que eso lo haría sentir mejor-

(Lisa) Nos fuimos juntas, la llevé a su casa. En el camino estuvimos un poco mas calladas. Le pedi que me cantara en francés. Dijo que ella no canta. Le pedi que coloque alguna canción en francés desde su teléfono. Me coloco una pieza que sin entenderla me causó tristeza. Dijo que era de Edith Piaf.

- Lisa: ¿Como se llama la canción?

- Fiona: Ne me quitte pas.

- Lisa: Me encanta como lo pronuncias. Si entendiese un poco el idioma, te pediría que me hables siempre asi jajaja

- Fiona: Comme le dit la dame.

- Lisa: Llegamos a casa. –Quiero bajarme con ella, quitarle la ropa y hacerla mia todo el dia, tanto francés y tanto conocer de ella me tenia mas que excitada, emocionada-

- Fiona: Hasta mañana señorita.

- Lisa: Espera. ¿Y mi beso? –Me da un beso que terminó de hacerme sentir suya por completo-

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(Lisa) Pasaron los días y nosotras nos seguíamos viendo. Hablando, nos conocíamos y nos maravillábamos, por lo menos de mi parte, porque de ella todavía me costaba entender sus emociones.

- Lisa: ¿Qué vas hacer mañana en la noche, señorita guapa? – Le decía la mañana del viernes mientras le agarraba los cachetes y me metia en sus piernas y ella sentada, la tomé de sorpresa-

- Fiona: No tengo planes.

- Lisa: Perfecto. Tus planes son conmigo. Te paso buscando a las 8 pm, ¿te parece? –Le decía mientras acercaba mis labios a los suyos, respetando su espacio, como ella me pedia. Mis piernas seguían entre las de ellas-

- Prof. Victoria: Señorita Priest, actos inmorales no se permiten dentro de las instalaciones. Señorita Duarte no pensé que era cómplice de tales actos. Se separan.

- Fiona: No estamos haciendo nada fuera lo normal. Profesora Victoria. Los limites de espacio han sido respetados. Y no se nos puede acusar de alguna inmoralidad.

- Prof. Victoria: La quiero el lunes en mi despacho señorita Duarte. –Se retira-

- Lisa: Que pesada. ¡La detesto! –Le dije mientras me separaba de ella-

- Fiona: Normal. No va a pasar nada.

- Lisa: ¿El lunes a las 8 entonces?

- Fiona: Estaré lista. Necesito saber adónde vamos.

- Lisa: Es una inauguración de un local, estarán todos, todos hablan de eso. Quiero que vayas conmigo. –Puse la cara que casi siempre hace que Fiona acepte mis peticiones-

- Fiona: ¿Qué debo ponerme? –Cuando pone esa cara, creo que ella siente que puede convencerme, me gusta que lo piense, me gusta esa carita-

- Lisa: Mejor llego mas temprano y te ayudo a que ponerte, si? –Perfecto, la podre ver con escasa ropa. Plegarias escuchadas-

-Fiona: Me parece mejor.

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(Lisa) Perfecto, llega la hora y estoy a las 6 en punto en la puerta de su casa. No podía esperar ni un minuto mas.

- Liliana: Hola, tu debes ser Lisa. Pasa.

- Lisa: Hola señora. ¿Usted es la mama de Fiona? Me ha hablado mucho de usted y de la señora Helena.

- Liliana: Si si, soy la mamá. Toma asiento. En un momento baja Fiona.

(Lisa) Puso cara triste, no entendí porque. ¿Qué dije? La señora me había recibido con tono alegre y una sonrisa. Al menos ya se que es diferente a su hija. Y la verdad también es hermosa. Nunca me ha hablado de su papa o de la existencia de uno. Pero seguramente su belleza tiene que ser de esta señora. Hablamos un rato mientras llegaba Fiona. Es una señora muy interesante y agradable.

- Fiona: Lisa.

(Lisa) Primera vez que la veo tan deportiva. Monos apretados y franela sin mangas. Que-buenas-piernas-tiene-esta-mujer. Necesitaba pausa para pensar cada palabra. Su tono de piel tan pálido. Estaba tan hermosa que quería desmayarme. No sabia si la mama se habia dado cuenta pero mi corazón quería raptar a su hija y no devolvérsela nunca.

- Liliana: ¿Desean algo de tomar? Lisa estas en tu casa. Yo me tengo que ir. Fini mi amor –Le da un beso- Disfruta la noche. –Se va-

- Lisa: ¿Fini? -Dije aun con cara de boba mirándole las piernas. La cintura. No podía mirarle los pechos-

-Fiona: Asi me dice a veces.

-Lisa: Pero que cuchiii – Le dije mientras le hacia cosquillas, necesitaba tocarla ya-

(Lisa) Su casa es hermosa. Comoda. Espaciosa. Subimos unas escaleras Eran 3 pisos y el piso del medio era todo su cuarto. Era enorme. Lleno de alfombras. Con una biblioteca de pared a pared. El cuarto contaba con 4 puertas. No pude evitar preguntar de que era cada una.

- Fiona: La entrada. El baño. El vestier y la terraza. –Le dije mientras señalaba cada una-

- Lisa: Claro. ¿Por qué no lo imagine? Jajajaja Bueno – Dije sentándome en su cama, me quite los zapatos, quería hacerla sentir que me sentía comoda a ver si se relaja, y vaya que si me sentía comoda- ¿Qué tienes para mostrarme?

- Fiona: Ven, vamos al vestier.

(Lisa) Me apresuro a tomar su paso y le agarro la mano. Al abrir la puerta veo un closet enorme con tantas puertas que me perdia. Esta chica es increíble. Todo estaba tan ordenado. Por colores. Secciones. Habia ropa de todo tipo. Prendas que jamás imagine que ella podría ponerse.

- Fiona: Esas cosas me las compra madre, con la esperanza de verme vestida de esa manera.

- Lisa: Tu madre te quiere lo mejor Fiona. Ven vamos a ver algo de eso para ponértelo hoy.

(Lisa) Saque unas faldas, shorts cortos, franelas con colores hermosos. De todo tipo de material, sentía que estaba en una boutique de lo mejor. La verdad estaba enamorándome de ese vestuario tan hermoso jajaja.

- Lisa: Ponte estas y estas –Saco como 15 prendas mas- Y estas.

(Fiona) Agrando los ojos. No es posible. Vamos a durar una eternidad en esto.

(Fiona) Entro a una sección que nos separa por media pared y empiezo a desvestirme.

- Lisa: ¿A donde vas? ¿Por qué te escondes alla? Fiona, ¿acaso no somos mujeres? –Me acerco a donde esta ella. Quiero ver todo lo que te pones. Sin pena.

(Lisa) Ya ella estaba solo con la franela. Senti una excitación enorme al momento de verla de esa manera. Timida. Estaba algo tiesa, ya no podía moverse. Mis palpitaciones me iban a reventar el pecho.

- Lisa: Disculpa. Mejor me quedo donde estaba. Ponte cómoda. Quiero ver todo lo que te di, si?

- Fiona: Esta bien.

(Lisa) Pasaron una o dos horas. No lo sabia. Cada prenda que esta chica se colocaba me causaba otro mini infarto. Me contenía tan terriblemente que tuve que ir varias veces al baño para calmarme. Ya no quería ir a la fiesta. Queria estar con ella toda la noche aunque sea viéndola probar vestuario nuevo. Todo le quedaba perfecto. Pero yo quería que probara mas y mas, solo para hacerla desvestirse y lograr ver algo sin que ella se dé cuenta. En esos instantes no existía nadie en el mundo. Solo ella y yo.

- Fiona: ¿Es que nada es para la ocasión?

- Lisa: Ya casi estas lista. Lo importante es que estes comoda.

(Lisa) Al final terminamos eligiendo un pantalón pegadito al cuerpo. Le quedaba de infarto. Era de color negro. Y una prenda hermosísima también que le desnudaba los brazos, le di una chaqueta que combinaba a la perfeccion, por si llegase a sentir frio. Unos tacones que realzaban su altura, estilizaban más sus piernas. La ayude a maquillarse un poco. Ella no conocía mucho del tema. Habia quedado tan hermosa que quería arrancarle la ropa y hacerla seguir probando.

- Lisa: ¿Nos vamos? –Le dije sin dejar de mirarle TODO-

- Fiona: Nos vamos.






















2 comentarios:

  1. Hola, cuando publicas la continuación?
    Gracias!

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  2. Hola Maria Laura, ya estan listas las dos nuevas entradas. Gracias por comentar.

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