miércoles, 12 de noviembre de 2014

Canción solitaria V



Fiona y Lisa


(Lisa) Su boca se mantiene rígida, no puede relajarse.

(Fiona) ¿Qué hace? Siento un calor recorrer mi cuerpo, es ese fuego nuevamente. Yo…

- Fiona: -Suelto el beso bruscamente- Debo irme Lisa. Solo dije que me quedaría un rato mas, ¿ya te sientes mejor? –Suelto el abrazo y me alejo un poco-

(Lisa) Mi cara de sorpresa no es normal. Algo hice mal. Respiro profundamente para calmarme un poco. No puedo decir nada. Esto no ha salido como esperaba.

- Fiona: Yo, será mejor que me vaya.

(Fiona) No se porque quiero irme. Salgo rápidamente del apartamento. Ya es muy tarde y llamo un taxi que es amigo de madre. Lo espero sola. El vigilante del edificio me pregunta si necesito ayuda.

- Fiona: ¿En que podría ayudarme, señor?

- Vigilante: Es peligroso que esperes afuera del edificio. Mejor entre señorita.

(Fiona) Entro y me ofrece una silla. Permanezco de pie mirando hacia la ventana. Mi mente no es capaz de pensar y asimilar lo que había pasado arriba. Hasta que la vi nuevamente. Ahí estaba, parada arriba a 4 escalones antes de llegar a Planta baja.

- Lisa: Estas aquí todavía. –Hablo con pausas, no había podido dejar de llorar, Salí a buscarla inmediatamente y al verla ya no sabía que decirle-

(Lisa) Ahí está. Con su cara inexpresiva. Lo arruine todo. Sigo sin poder decir palabra.

- Vigilante: Ya llegó su taxi señorita.

(Fiona) La miro por última vez y me despido. Siento una presión en el pecho. Como un puño martillando. Necesitaba irme a casa. Necesitaba pensar. Hoy han pasado muchas cosas y ya me siento fuera de control.



(Lisa) Ella se va, solo alcance a decirle “Chao” cuando se despidió. No logro entender que pudo haber salido mal. Trate de mantener la calma. Subí al apartamento y me acosté tal como estaba, quería conservar su aroma. Recordé su abrazo frio y en como tuve que ingeniármelas hoy para lograr estar con ella. Pensé por un largo rato si de verdad vale la pena insistir con alguien que no demuestra interés en mi. No, no es lo que necesito en mi vida. Lloré sin comprender porqué. Esa noche no pude dormir. Solo estuve recordando una y otra vez cada palabra y cada cosa que hice, que hicimos. Estoy más confundida que cuando la conocí.



(Fiona) Llego a casa y madre estaba en la sala ya dormida con la tv encendida. La miro un rato, 2 minutos, me acuesto a su lado. Ella despierta y me pregunta donde estaba, me pregunta por la chica, me pregunta que hice hoy, me pregunta me pregunta me pregunta. Me pide que la mire y le respondo solo lo que pide mientras evado su mirada. Me abraza.

- Madre: ¿Cómo te sientes, Fini?

- Fiona: No lo sé. ¿Puedo irme a dormir?


(Fiona) Me levanto y voy a mi cuarto. Pienso en ese beso una y otra vez. Pensaba en la imagen del teléfono de Lisa. Pensaba en su risa y en cómo me sentía cuando la escuchaba reír. Dormí.



Lisa

Me levanto. No sé por cuánto tiempo dormí. No sé si realmente dormí. Miro la hora y eran las 9 am. Mi primer pensamiento fue Fiona. Quise odiarla en ese entonces. ¿Por qué se fue así? Esa pregunta seguía en mi cabeza. Me tomo un baño. Miro a mi alrededor y por primera vez, me siento sola. Y no quería estarlo. Pienso nuevamente en el beso que le di. ¿Por qué ella no me correspondió?

Tomo el carro y me voy a casa, en el camino paso por la heladería de siempre. Compro todo el helado de limón que mi cuerpo pueda aguantar. Veo un postre con coco y chocolate blanco. Recuerdo a Fiona nuevamente. Lo compro. Llego rápido a casa. No tenía ganas de nada. Mis padres estaban en el trabajo y Joel en el instituto. Nuevamente me sentía sola, enciendo la tv y veo sin ver realmente. Miro el postre y pienso en si ese será el que más le gusta a Fiona. Consumo todo el helado y aun no me sentía bien. Necesitaba verla y saber porque actuó de esa manera. Tengo su número y no sé si llamarla o escribirle. Estaba tan confundida. Quizás necesitaba darle su tiempo.

Llamo a Diana y le pido que vaya a verme. Estaba ocupada en otra ciudad. Dijo que en la noche pasaría a verme. Ya no sabía qué hacer, necesitaba compañía, cada minuto sola me recordaba el rechazo de Fiona.

Llamo a Julián y a Esteban y les pido que me acompañen. Esteban no atiende las llamadas y Julián dice estar con una amiga recién llegada a la ciudad, le dije que la traiga también. La verdad no me interesaba con tal de no estar sola.

En menos de una hora estaban frente a mi puerta. Quedo inmóvil, era lo que menos necesitaba mi día, mi vida. Quería explotar y gritar. ¿Cindy? ¿Acaso no hay otras amigas en el mundo recién llegadas a la ciudad? ¿Qué me trata de decir el destino?

- Julian: Lisa hermosa te presento una nueva amiga –Estaba emocionado, seguro no la conocía tan bien todavía- Cindy.

- Lisa: Cindy. –Mi cara de pocos amigos ya decía todo lo que mi boca no quería-

- Julian: ¿Por qué esa cara?

- Lisa: Dile tu Cindy.

- Cindy: Eeehm, somos viejas conocidas Julián. – Su sonrisa me irritaba tanto, quería golpearla-

- Lisa: ¿Viejas conocidas? ¿Si sabes donde vivo porque quisiste venir con él?

- Julian: Whoo ¿Qué pasa aquí? ¡Calma chicas!

- Cindy: Si no soy bienvenida puedo irme, Julián me conto que tu tono de voz era triste y que le pediste compañía, no sabía que eras tú hasta que me encontraba en la puerta de tu casa. No hay problemas, hasta luego Julián.

- Lisa: Espera – Ella no tiene la culpa- ven, no quise ser grosera. Entren chicos.

No me sentía cómoda con su presencia, toda la mañana buscando algo de compañía y apenas me llegan ya quería que se vayan. Ya no sabía que quería. Les ofrecí algo de beber y vimos unas cuantas películas incompletas. Hablamos cualquier tontería.

- Lisa: Por cierto, ¿Y ustedes de donde se conocen? –Dirigiéndome hacia Julián-

- Julián: Había oído de la nueva discoteca y me pareció buena idea encontrar trabajo ahí. La inauguran este fin de semana. Vas, ¿verdad?

Había pasado toda esta semana con Fiona y todos mis pensamientos eran para ella, había olvidado por completo la fiesta.

Al pasar la tarde fui despejándome un poco la tristeza. Julián es un gran chico, siempre dispuesto a hablar a compartir todo, puedes sentirte muy a gusto. Cindy no dejaba de mirarme, estuve más pendiente de Julián que de ella, la verdad ella y yo no teníamos mucho de qué hablar, no estaba dispuesta a caer en un error del pasado. Y mucho menos ahora que todos mis pensamientos eran de otra persona. Me pregunto que estará haciendo.

Fiona

Madre me pide que la acompañe a su empresa que fundó junto a la señora Helena, la que tenía antes de ser la afortunada heredera del difunto Oliver de la Vega, es una agencia de festejos, una estructura enorme y bien elaborada. Cuenta con 6 diseñadores entre otro personal de arreglo, protocolo, chefs y jardineros y 2 galpones surtidos entre muebles, mesas y decoración, madre organiza eventos grandes. Eventos a los cuales nunca voy.

La pasé con ella todo el tiempo, era uno de esos días donde quise desmotrarle que puedo ser lo que ella me pide que sea. Por mas difícil que se me haga. Organizaban un coctel de prestigio y ayudaba a madre en todo lo que me pedia. Aun no llegaban los invitados, madre no dejaba de dar órdenes a través del auricular que cada personal de trabajo tenia conectado a la oreja. Esa fue una de las ideas que les di el primer dia que fui con ella a una organización. Desde entonces la han estado usando.

Al llegar la noche ya los invitados empezaban a llegar, habrían más de 200 personas, asi que dispuse a irme, no me gustaban ese tipo de cosas, Lena me insistía en hacer feliz a madre y que me quede un poco mas. Por lo que busque un vaso con agua y me senté en una de las ultimas mesas, el primer pensamiento apenas quedé a solas. Mi Sansa. La había dejado una noche antes sin darle explicaciones. Me quede pensando en ella perdiendo la noción del tiempo. Eran ya las 8 pm y el volumen de gente era mayor, no miraba a nadie en especial, solo miraba a través de ellos. Pensando en cómo se conectaban unos con otros, como interactuaban, como se relacionaban. Pensaba si a ellos también se les hacía difícil conocerse entre ellos. Me preguntaba como era el primer beso de aquella señora con vestido colorido y cigarrillo en mano, ya habría dado su primer beso hace años, ¿Cómo habría reaccionado? Pensaba en aquel muchacho sentado entre dos señores de mucha mayor edad. ¿Estará aburrido? ¿Tendrá un amor en quien pensar? Y asi me encontraba entretenida pensando en los sentimientos de algunos invitados y relacionándolos con los míos... Sentía que no sabía nada de la vida. Sentía que…

- Chica: Hola, ¿Tienes encendedor?

Me hablan, regreso de mis pensamientos, vuelvo a la realidad, una chica me pide un encendedor. La miro. Tiene un cigarrillo apagado en la boca y una copa de licor en la mano. Estaba sentada a mi lado y se habia quitado los tacones.

- Chica: ¿Hola? ¿No tienes? – Me miraba ya impaciente-

- Fiona: Eh no, no fumo. – Miro nuevamente a los invitados de lejos-

- Chica: Es una lástima, no sé cómo hay gente que no fuma –Apunta hacia uno de los mesoneros- ¿Tiene encendedor? – Le enciende el cigarrillo y le llena la copa. Toma un largo sorbo y se dirige a mi nuevamente- No me has dicho tu nombre.

- Fiona: No me has dicho el tuyo.

- Chica: Jajajaaaa ¡que seria! –Se tambaleaba un poco- Victoria –Suelta la copa y me da la mano- ¿Ahora si me das el tuyo?

- Fiona: Soy Fiona.

- Victoria: ¿Qué haces aquí sentada sola Fiona? ¿Por qué no vas y te diviertes con este montón de basura que tienes alrededor?

- Fiona: Quizás mi concepto de diversión sea diferente al de estar rodeada de “montón de basura” tal como me está sugiriendo.

- Victoria: -Sonríe- Ahora también eres graciosa. ¿Qué te trae a esta mal llamada fiesta?

- Fiona: Cumpliendo con algunos deberes familiares – Me limite a decir-

- Victoria: Deberes, deberes, deberes – Dijo alzando la voz en tono de desagrado- Todos estamos aquí por deberes, por compromiso. ¿No te parece que todo se trata de injusticias? ¿Pero qué queremos como individuo? ¿A quién le interesa?

- Fiona: Cometer una injusticia es peor que sufrirla.

- Victoria: Y citas Aristóteles.

- Fiona: La justicia es la madre de toda virtud. Porque en ella reside lo moralmente correcto.

- Victoria: ¿Y qué es lo bueno y que es lo malo? ¿Por qué? Cuando se pierde la justicia se pierde el honor, la ética. ¿Qué sabe esta gente de ética y honor?

- Fiona: ¿Qué sabe usted de ética y honor?

Permanece callada. Me mira un rato. Evado su mirada buscando a mi madre en silencio. Esta señora se sienta conmigo y no sé que pretende. Solo quiero irme a casa. Quiero estudiar. Mañana hay clases que escuchar y nuevas materias que aprender. Pero sobretodo voy a ver a Lisa nuevamente. Solo quería irme y estudiar para pensar en mi Sansa hasta quedarme dormida.

- Victoria: ¿Qué edad tienes, Fiona?

- Fiona: 19 años. Disculpe me tengo que ir.

- Victoria: ¿Volveré a verte?

No le respondí. Ya estaba decidida a irme de la fiesta así que no encontraba motivo para responderle. Llame a madre por teléfono y le dije que tomaría un taxi hasta casa. Me dio la llave del carro, ella se iría acompañada. Me fui de la fiesta sin mas y camino a casa no podía dejar de pensar en Lisa, en su risa, en su beso, todo el dia mis labios recordaban su beso. Me desvié de casa sin darme cuenta y me vi frente al edificio de Sara, su hermana. ¿Sera que está aquí todavía? ¿Qué le diría?

El vigilante me dejo pasar y subí hasta el apartamento. Mi corazón palpitaba tan fuerte que podía oírlo a pesar del ruido de los alrededores. Toque la puerta 3 veces seguidas. Conté hasta 10 y volvi a tocar la puerta. Permanecí un rato más siguiendo el mismo patrón. Nadie respondió.


Me fui a casa, abrí los libros de filosofía, estudie un rato para preparar las clases de mañana. Puse la alarma para las 5.45 am y dormí. Mañana podré verla.

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